viernes, 26 de febrero de 2010

Novela testimonio

Género literario híbrido entre la novela tradicional y el discurso testimonio proveniente de los estudios de historiografía. Al igual que otros géneros literarios de la posmodernidad, la novela testimonio presenta características de hibridismo, de mezcla de géneros. También llamado Relato Real, o relato metaficcional. Es un relato literario pero de factura periodística.
Aparece en la década de los 70, cuando muchos expertos literarios comienzan a denominarla y establecer sus características: como Tomás Oguiza, René Jara, Fernando Alegría o Ariel Dorfman. Maryse Bertrand afirmaba la conexión de la novela testimonio con el periodismo. Hay que distinguir entre novela testimonio y discurso testimonio. La primera es labor de escritores, y siempre hay un grado alto de ficcionalidad. El discurso testimonio sin embargo es labor de etnólogos y antropólogos, y el componente de ficción tiende a ser menor. Los orígenes de ambos son realistas.
La novela testimonio sigue, al igual que el discurso testimonial (aunque no necesariamente siempre), la estrategia de entrevista a personas reales, para obtener así datos verificados.
El género se inicia en 1957 con la publicación de "Operación Masacre" de Rodolfo Walsh, y posteriormente se generaliza en otros autores. La novela Un millón de muertos de José María Gironella de 1964 sobre la guerra civil española, y sobre todo A sangre fría de Truman Capote, de 1967 aún considerada en el mundo anglosajón la primera del género. Los ejércitos de la noche: Norman Mailer (1968)
Otras: Asalto a la ciudad:
Gregorio Gallego Hasta no verte Jesús mío: Elena Poniatowska: Crónica de una muerte anunciada: Gabriel García Márquez: Tejas verdes: Hernán Vidal El metal de los muertos: Concha Espina Soldados de Salamina: Javier Cercas
Obras que no siguen el estilo testimonial del discurso, pero que se encajan dentro de la novela testimonial: La gallina ciega, de Max Aub, Paula, de Isabel Allende, Una mujer por España, de María Martínez Sierra o Vivir con Juan Ramón, de Zenobia Camprubi, novelas estas de carácter biográfico o autobiográfico.
La novela testimonio tiene un carácter historiográfico, pero a la vez subjetivo: es un alto en la historia para apreciar un fragmento individual y contextualizado de ella en su desnudez: es una expedición hacia la verdad de un asunto, en forma de lucha personal, donde el Yo cobra una importancia vital en su elaboración, creando así un género literario que mezcla ficción e historia, mediante vivencias personales de un personaje, de forma que se crea una historia valorativa, casi siempre de carácter aflictivo, rememorando una época difícil, y a menudo con fines catárticos, bien para el escritor o bien para los lectores.
Es una expresión
intrahistórica, un trozo minúsculo y personalizado de historia, una recuperación de un pasado desconocido que queda inmortalizado mediante su escritura. Esa interpretación por parte del autor lleva a considerar este género bajo la fórmula ficción + historia, con la denominación Norteamericana “Faction”, literature of facts o Nonfiction novel. El novelista es testigo de los dilemas morales, y se preocupa más por lo verosímil que por lo estético, generalmente. Elige qué inmortalizar, qué extraer del anonimato y conseguir que esos personajes intrahistóricos, continúen vivos en el recuerdo de los lectores.
Este género literario es posible cuando la cultura de la objetividad entra en desuso, en la década de los 70, ya que toda interpretación artística o no de la realidad implica un punto de vista, por lo que la subjetividad y la opinión son ineludibles.

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